La globalización nos impone abrirnos a otros países, a otras culturas y claro a otros idiomas. Cuando empecé a estudiar en el colegio en Francia, nos obligaban a estudiar el inglés como primer idioma y luego nos proponían elegir entre el alemán y el castellano. Ahora, mi hija estudia el inglés en la primaria. Pero dudo de la eficacia de la enseñanza de los idiomas desde pequeños tal como la ofrecen en Francia.
Cuando uno aprende en la escuela, su idioma nativo viene ser la referencia y los niños pierden sonidos conforme van pasando los años. Aprender idiomas se convierte entonces en una tarea más complicada.
Mi hija no es una cobaya pero al observarla, me he podido dar cuenta de que el niño tiene oído para escuchar y sobretodo para repetir. Cuando llegamos a Francia en el 2005 con mi familia, pudimos captar canales alemanes. Mi hija miraba los dibujos animados en alemán y al cabo de unos días, estaba repitiendo sin acento las expresiones más usadas.
Yo creo que la enseñanza de los idiomas tendría que empezar por un ejercicio de dominio de los sonidos. ¿Por qué no enseñar a los niños los sonidos más que los idiomas? Escuchar palabras en chino, en árabe, en castellano, en portugués… despierta el oído y sobretodo acostumbra al niño a captar semejanzas de sonidos entre idiomas distintos.
Los niños son unos moldes que aprenden muy rápido lo que se les enseña. Enseñarles el idioma nativo les cierra el lenguaje. El momento de la vida en el que emitimos una cantidad de sonidos es cuando somos bebés ¿Por qué limitarlos a enseñarles sólo lo que su idioma nativo les obliga escuchar? Mi hija, desde su primer año, habla conmigo en francés y en castellano con su mamá porque le hemos acostumbrado a escuchar un abanico de sonidos. Le resulta más fácil pronunciar la “r” castellana. Esta letra se convierte en un trauma para la mayoría de los franceses que no pueden pronunciarla correctamente.
Siempre en esta óptica de enseñarle otros sonidos, hago preguntas sencillas a mi hija en portugués y en italiano… y entiende. De tal manera que consigue contestarme en francés o en castellano. Internet es una maravilla. Existen páginas en las que uno puede aprender idiomas y sobretodo escuchar. Pienso en el árabe y en el chino. De tal forma que mi hija se puede comunicar con otros alumnos.
Vivimos en un mundo en el que la comunicación es imprescindible. Podemos hablar idiomas pero ¿pronunciamos bien las lenguas extranjeras? La enseñanza de los idiomas en Francia no es perfecta y tampoco se hace el esfuerzo para que los alumnos pronuncien bien a pesar de los intercambios. El aprendizaje de una lengua tendría que acompañarse de un curso de sonidos y de entonación.
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